“El Distrito requiere un Plan de Saneamiento de las finanzas”

La situación financiera del Distrito no es fácil. El déficit acumulado de años anteriores, a lo que se suman demandas que se deben pagar, intereses, y otras variables, es monumental. Al frente de este reto se encuentra Manuel Vallecilla, el director financiero del Distrito, quien en esta entrevista explica en profundidad qué debe Buenaventura, por qué, y cómo se piensa pagar en las vigencias futuras.
Entre los logros alcanzados hasta el momento está la reducción de los gastos de funcionamiento de la Administración, aunque aún se requiere aumentar el recaudo de los ingresos corrientes de libre destinación a no menos del 85%. Los avances en materia tecnológica de la ciudad han sido fundamentales para comenzar a lograrlo.

¿Cómo se encuentran las finanzas?
La situación financiera del Distrito sigue siendo delicada. El 2019 lo cerramos con un déficit acumulado grande, que tiene sus raíces en recurrentes déficits de tesorería en la última década. Y el 2020 fue un año especial, de condiciones financieras adversas a raíz de la pandemia. Fue una problemática generalizada en el país. Ciudades como Cali y Bogotá solicitaron a sus respectivos Concejos la ampliación de los cupos de endeudamiento para financiar la inversión social, de funcionamiento, y demás.
En Buenaventura, si consideramos los pasivos contingentes, aquellos que pueden resultar de las demandas que hoy están en curso, si contamos el déficit de tesorería acumulado a diciembre 31 de 2019, más un déficit moderado de 2020 en comparación a vigencia anteriores, podemos decir que las obligaciones del Distrito son superiores a los $800 mil millones.
Pero, repito, estamos considerando pasivos contingentes, que hay que tener como una previsión para los casos que sean adversos a la Administración, y también una estimación de afiliaciones tardías al fondo de pensiones del magisterio. Se reconocieron algunas de estas reclamaciones mediante actos administrativos, sin respaldo en plata en caja, por lo tanto, eso es un déficit. Estos reconocimientos en poder de abogados generan procesos judiciales en contra del distrito.

¿El distrito está ilíquido o insolvente?
Nosotros hemos logrado sostener el funcionamiento básico del Distrito. Del año pasado solo quedamos pendiente en cuanto a nómina el pago del mes de diciembre, que se pagó los primeros días de enero. Financiamos con recursos propios parte del proceso para afrontar la pandemia, y generamos dentro de las dificultades capacidad para atender los gastos básicos.
Pero eso se da a costa de algo: con los recursos propios no se puede atender de manera significativa la inversión social. Además, el Distrito tiene obligaciones financieras tan elevadas, que solo pueden atenderse con un programa de saneamiento fiscal y financiero, porque los recursos normales que hoy tenemos no permiten atender de manera significativa las deudas; y si no se atienden, van a crecer día a día, creando un círculo financiero negativo.
Y quiero reiterar: este déficit no creció hace un año, ni dos, se viene incubando desde que salimos de la reestructuración de pasivos a través de la Ley 550.
Entonces tenemos dos tareas importantes: generar para vivir en el día a día, es decir, no generar déficits de tesorería al finalizar cada vigencia, y además generar capacidad para el pago del déficit.

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