Oprah, una historia de superación con futuro político

Oprah Winfrey pasó de tener una infancia traumática a convertirse en reportera, reina, presentadora de televisión, conductora de su propio programa de entrevistas y ser catalogada como la afroamericana más rica del Siglo XX. Luego de su memorable discurso en torno a género, pobreza y raza que pronunció en la 75ª edición de los Globos de Oro al recibir su premio, Oprah ahora se perfila como la próxima presidenta de los Estados Unidos.

Esta es, sin lugar a dudas, una increíble historia de superación personal. La protagoniza quien fue considerada en 2010 la famosa más influyente del mundo. Ella es Oprah Winfrey, presentadora de televisión, productora, actriz, empresaria, filántropa, crítica de libros estadounidense, los adjetivos continúan…

Oprah nació el 29 de enero de 1954 en la localidad estadounidense de Kosciusko, en el estado de Misisipi. Su abuela la cuidó hasta que cumplió los seis años, cuando fue a vivir con su madre. En ese momento se inició una de las peores épocas de su vida. Sufrió abusos físicos y psíquicos que convirtieron su día a día en un completo caos. Su situación era tan mala que a los 13 años decidió escaparse de casa. Así, pensó, cuando la detuvieran la llevarían a casa de su padre en Nashville.

A los 19 años, empezó a trabajar como reportera en una estación de radio de Nashville y posteriormente entró en la Universidad de Tenesse, donde ganó diversos concursos de belleza. A los 22 se trasladó a Baltimore para presentar el programa de televisión People are talking.

Al cumplir los 30 años, la WSL-TV de Chicago la contrata para presentar su propio programa, el A.M. Chicago. En pocos meses posicionó este show como el número 1 del ranking de audiencias. La verdadera razón del éxito de este programa es su presentadora y esto se refleja en septiembre de 1985, cuando el A.M. Chicago se convierte en The Oprah Winfrey Show.

Un año después, The Oprah Winfrey Show es el talk show número 1 de las televisiones estadounidenses, y 20 años después sigue ostentando su posición mediática privilegiada. Casi 30 millones de espectadores siguen sus emisiones solo en los Estados Unidos. Los premios, entre ellos el Emmy al mejor talk show, respaldan su trayectoria.

Oprah, además, es una influyente crítica de libros, actriz nominada a un Premio Óscar y editora de su propia revista.

Según la revista Forbes, fue la persona afroamericana más rica del Siglo XX y la única de origen negro en poseer en el mundo más de mil millones de dólares durante tres años consecutivos.

Los reconocimientos para Oprah continúan. El pasado 7 de enero protagonizó uno de los más importantes momentos de su vida al convertirse en la primera mujer negra en recibir el premio honorífico Cecil B. de Mille en los Globos de Oro, donde dio un memorable discurso en torno a género, pobreza, raza y acoso sexual.

“Estoy muy orgullosa de todas esas mujeres que se sienten lo suficientemente fuertes y empoderadas para contar sus historias. Cada una de nosotras aquí estamos siendo celebradas gracias a las historias que contamos y este año nosotras nos convertimos en esa historia. Pero (el acoso sexual) no solo afecta a la industria del entretenimiento, sino que trasciende a todas las culturas, las geografías, las etnias, la religión, la política y los diferentes sectores laborales. Quiero dar las gracias a todas las mujeres que han aguantado años de abusos porque ellas, como yo como madre, tenían que llegar a final de mes y cumplir sus sueños…” (ver discurso).

Otras frases que Winfrey pronunció como “un nuevo día se asoma en el horizonte”, no dieron espera para que algunos vieran en ella una declaración de intenciones políticas.

La actriz Meryl Streep afirmó, tras escuchar sus palabras, que Oprah había lanzado “un misil” y que ahora quiere que se presente a presidenta de los Estados Unidos. “No creo que ella tuviese ninguna intención, pero ahora no tiene opción”, añadió la veterana actriz y filántropa.

La estrella televisiva ahora estudia presentar su candidatura presidencial con vistas a las elecciones del 2020, según informan medios estadounidenses. La cadena CNN asegura que Winfrey está “analizando de manera activa” presentarse con el Partido Demócrata. Por su parte, el presidente Trump ya ha manifestado sus intenciones de presentarse a la reelección…

El poderoso discurso de Oprah en los Globos: “el tiempo de los acosadores ya terminó”

En 1964 yo era una nena, y recuerdo estar sentada en el piso de linóleo de la casa de mi madre en Milwaukee, mirando cómo Anne Bancroft presentaba el Óscar al mejor actor. Bancroft abrió el sobre y dijo cinco palabras que hicieron historia: “El ganador es Sidney Poitier “.

Al escenario subió Poitier, tan elegante, tan pulcro, con una corbata blanca. Yo nunca había visto a un hombre negro ser celebrado en la pantalla. Y he tratado de explicar muchas veces lo que un momento como ese significa para un chico sentado en los últimos asientos. Mi mamá entró en ese momento, rendida de limpiar las casas de otras personas. Lo único que me salió decir como explicación de lo que había pasado fue la línea de diálogo de Sidney Poitier en’Una voz en las sombras’: amén, amén.

En 1982 recibió en este mismo escenario el premio Cecil B. de Mille y no se me escapa la trascendencia de este momento, en el que una niña como yo lo fui esté viendo esta noche en pantalla  el momento en que yo me convierto en la primera mujer negra en recibir el premio. Es un honor y es un privilegio compartirlo con ellos y con los increíbles hombres y mujeres que me inspiran y me incitan a mejorar… Gayle, que es la definición de lo que es una amiga; Steadman que es mi roca; Quincy Jones que me vio en Chicago, y le dijo a Steven Spielberg que yo era Sophia para ‘El color púrpura’.

Quiero agradecer a la Asociación de Prensa Extranjera, porque todos sabemos que la prensa está bajo asedio estos días. Pero también sabemos que la dedicación insaciable a descubrir la verdad absoluta es la que nos impide que miremos hacia otro lado ante la corrupción y la injusticia; ante las mentiras, ante los tiranos, ante secretos y mentiras.

Valoro la prensa más que nunca, mientras navegamos estos tiempos complicados, lo que me lleva a esto: lo que sé es que decir tu verdad es la herramienta más poderosa que tenemos todos. Estoy especialmente orgullosa de las mujeres que se han sentido lo suficientemente fuertes y poderosas como para levantar sus voces y compartir sus historias.

Cada una de nosotras en este cuarto somos celebradas aquí por las historias que contamos. Y este año nosotras nos convertimos en la historia. Pero esta historia no afecta únicamente a la industria del entretenimiento: trasciende lugar, cultura, política, religión, espacio de trabajo, raza. Quiero agradecerle a todas las mujeres que han sobrevivido años de abuso, porque ellas, como mi madre, tenían hijos que criar, cuentas que pagar y sueños que hacer realidad.

Son trabajadoras domésticas, trabajadoras rurales, gastronómicas, científicas, médicas, ingenieras, en la industria tecnológica y el ejército, en la política y los negocios. Y hay alguien más: Recy Taylor.

Un nombre que conozco y que ustedes debieran conocer. En 1944, Recy Taylor era una joven esposa y madre que volvía a su casa de la iglesia, en Alabama, cuando fue raptada y violada por seis hombres blancos armados y dejada al costado del camino. Amenazaron con matarla si le contaba a alguien lo que había pasado, pero su historia llegó a la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, en sus siglas en inglés), donde una joven trabajadora llamada Rosa Parks se convirtió en la investigadora principal de su caso y juntas pidieron justicia.

Pero la justicia no era una opción en la era de Jim Crow, y los hombres que trataron de destruirla jamás fueron acusados. Riecy Taylor murió hace diez días, poco antes de cumplir 90 años. Ella vivió, como lo hemos hecho hasta ahora, bajo una cultura rota por hombres poderosos. Durante demasiado tiempo, las mujeres no eran escuchadas o creídas cuando decían la verdad al poder de esos hombres. Pero su tiempo terminó… su tiempo terminó… su tiempo terminó.

Yo solo espero que Riecy Taylor haya muerto sabiendo que su verdad, como la verdad de tantas mujeres que fueron atormentadas en esos años – y atormentadas en nuestros días – y sin embargo siguen adelante, como el corazón de Rosa Park que tantos años después encontró la fuerza para quedarse sentada en ese autobus y no ceder su asiento en Montgomery, y está en cada mujer aquí mismo que elige decir “yo también”, y en cada hombre que elige escuchar.

En mi carrera, lo que he tratado de hacer, ya sea en el cine o en la televisión es decir algo sobre cómo los hombres y las mujeres sienten, cómo experimentamos vergüenza, dolor; cómo perseveramos y finalmente, superamos. A lo largo de los años he interpretado a personajes que han recibido algunas de las tragedias más terribles que puede entregar la vida, pero algo que todos ellos tienen en común es la habilidad de sentir esperanza, de esperar una mañana luminosa, incluso en medio de la noche más oscura.

Así que quiero decirles a todas esas chicas que miran televisión desde casa que un nuevo día se acerca. Y cuando ese nuevo día comience será porque miles de mujeres, muchas de ellas aquí presentes, y algunos hombres fenomenales, nos acercaron un poco más al momento en que nadie tenga ya que decir nunca más “yo también”.

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