La Fundación Sociedad Portuaria, de la mano de la empresa vallecaucana Dimel Ingeniería, le entregaron a la ciudad las nuevas obras del colegio. Con una inversión de $15.549 millones, la institución estrena coliseo cubierto, gimnasio, salones para preescolar, primaria y bachillerato y un edificio central con restaurante, auditorio, biblioteca, que beneficiarán a más de 400 alumnos y a las comunidades vecinas.
En estos tiempos de dificultades e incertidumbre por la pandemia del coronavirus, Buenaventura celebra una gran noticia: la entrega del renovado colegio Bartolomé de las Casas, una megaobra que aspira consolidarse como el gran ícono de la educación en el Distrito.
Con una inversión de $15.549 millones por parte de la Fundación Sociedad Portuaria, y el liderazgo de la empresa vallecaucana Dimel Ingeniería, el colegio cuenta hoy con 8 bloques constructivos en los que se encuentran un coliseo cubierto; un gimnasio; salones para educación preescolar, primaria y bachillerato; talleres de tecnología, arte y ciencias y un gran edificio central con área para restaurante, auditorio, biblioteca, archivo, área administrativa y servicios complementarios, además de las vías de acceso y parqueaderos.
“Con el esfuerzo de la Sociedad Portuaria de Buenaventura a través de su Fundación, y con mano de obra en su mayoría de Buenaventura, se le está entregando un gran ícono a la ciudad, con lo cual se contribuye a mejorar una de las tantas necesidades básicas que tiene el Distrito, principalmente con la población joven para que se pueda preparar para un futuro más promisorio”, comentó el gerente general de Dimel Ingeniería, Jorge Mosquera Lasso.
Las obras del Bartolomé son totalmente nuevas. Para asegurar el terreno donde está ubicada la institución educativa, se requirió hacer pilotes pre excavados de hasta 15 metros y muros de contención de hasta 5 metros de alto por 50 metros de longitud, por los niveles propios de la topografía.
En total en los trabajos intervinieron más de 50 empresas de las cuales el 80% fueron de Buenaventura, generando más de 100 empleos permanentes de forma directa y 250 indirectos entre profesionales, técnicos y obreros en general.
“El tiempo de construcción de todas las obras fue de 29 meses, incluyendo el tiempo que debimos parar por la pandemia del Covid-19. La mayor dificultad que se presentó fue la construcción de las cimentaciones y estructuras de soporte de los diferentes módulos por la calidad de los suelos y la dificultad de la topografía del terreno, un reto que con talento, experiencia y un gran equipo humano de la región, logramos superar”, agregó el gerente de Dimel, Jorge Mosquera Lasso.
Las nuevas instalaciones beneficiarán a más de 400 estudiantes, así como a las comunidades vecinas que podrán acceder a los programas de desarrollo comunitario de la institución educativa, un aporte clave por parte de la Fundación Sociedad Portuaria para empezar a cerrar un brecha añeja: la de la educación de calidad.